El muqui
El muqui es un
duende minero que vive en las minas de la sierra peruana. La palabra muqui
viene de la palabra quechua murik ‘el que asfixia’. Otra traducción sugiere la
palabra mukiq, como ‘el acto de torcer’ o ‘ahorcar’, en clara alusión al
silicio que abunda en las minas, gas letal que produce la silicosis, que es una
grave enfermedad respiratoria. Los mineros que han logrado ver a estos
duendes, los describen como un ser de estatura pequeña, que nunca llega
al metro de altura, es bonachón, asimétrico y camina como pato. Su cabeza está
unida al tronco, pues no posee cuello. Sus cabellos son largos, de color rubio
brillante y su rostro es colorado cubierto por una larga barba blanquecina y
piel llena de vellos. Su voz es grave y ronca, no concordante con su estatura.
Dicen que su mirada es agresiva, penetrante y hasta hipnótica. Suele vestir
como minero, usa botas de caucho, abrigado por un poncho de lana y usa casco de
protección, lleva una lampara de carburo y una shicullo (soga de pelos de
caballo) atado a la cintura. Suele ser el responsable de extraños ruidos en las
minas, pérdidas de herramientas sin explicación lógica, el agotamiento o el
cambio de sentido de una veta de mineral sin motivo aparente. Los mineros
refieren que emiten potentes silbidos, para anunciar el peligro y salvar
mineros de su simpatía. Se dice que es muy comunicativo, y hasta incluso se
comunica en los sueños. La leyenda cuenta la historia de don
Demetrio, quien fué un minero viudo y vivía con su hijo de ocho años, llamado
José. Un día, don Demetrio mandó a su hijo José a que fuera al río a recoger
agua, pues tenían un actividad en su casa y requerían de este liquido para
poder preparar la "patasca". Ya habían pasado 4 horas desde que el
padre le había dado el encargo, y el padre, preocupado, decidió ir a buscarlo.
Al encontrarlo cerca del río, lo sorprendió jugando con una pequeña criatura,
que reconoció de inmediato, era el muqui. Sin pensar en las consecuencias, don
Demetrio se lanzó sobre el duende, tomó su shicullo lo enredo en la pierna
derecha y atrapó al muqui, quien no mostró resistencia alguna. Este, a cambio
de su libertad, prometió trabajar todos los días recolectando oro de una ciudad
oculta debajo de la tierra para el anciano. Desde entonces, don Demetrio se
convirtió en el minero más rico de toda su región. "Atrapar al Muqui es
ambición de todo minero. Pues, por liberarse, el Muqui, se ve obligado a
trabajar por el minero, en unos casos; en otros, lo hace depositario de una
determinada cantidad de oro, con la que el minero se enriquece".
La bella durmiente
Cuenta la
leyenda, que Cuynac se enamoró de Nunash, quien era una princesa muy hermosa,
los dos llegaron a amarse y Cuynac levantó un palacete en un lugar cercano a
Pachas que le puso el nombre de Cuynash en honor a su amada. Vivieron muy
felices, pero su felicidad fue opacada por el padre de la chica, quien mandó a
Amaru, para que los castigue por tal amor prohibido. Al enterarse esto, Cuynac
se valió de su hechicería y convirtió en mariposa a Nunash y él se transformó
en piedra. Nunash, voló a hacia la selva a pedir ayuda, cuando volvió con un
gran ejército, lucharon y lograron vencer al ejercito de su padre. Acabada la
lucha, Nunash, volvió a ser humana, pero Cuynac, no pudo, pues se sacrificó
para salvar a su amada. Nunash buscó incansablemente a Cuynac, pero nunca logró
encontrarlo. Muy cansada, ella se acostó cerca a una piedra y se quedó
profundamente dormida. Mientras dormía, escuchó en sus sueños la voz de su
amado que decía: Amada no me busques, mi voluntad fue pedir a los dioses que me
convirtiera en piedra y mi pedido fue complacido y ahora soy sólo una piedra,
destinada a permanecer en este estado para toda la vida. Nunash, en sus sueños,
pidió estar siempre al lado de su amado, por lo que también fue convertida en
piedra. Es así como se formó la "Bella Durmiente" en Huánuco.
La piedra del diablo (Piedra Horadada)
Según cuentan que
en una noche de fiesta en Barrios altos, un extraño invitado apareció, y de
inmediato se puso a celebrar bailando, bebiendo y enamorando a las jóvenes de
aquel entonces. Mientras la fiesta continuaba, un Invitado al observarlo bien,
noto horrorizado algo extraño, y con espantosa voz de grito que aquel Visitante,
tenia una cola y patas de Cabra. De inmediato, la gente gritó, y el Demonio,
intentó escapar. Las personas trajeron rápidamente agua bendita, cerraron las
puertas y ventanas, pero el Demonio, ya había escapado rápidamente por un
Tragaluz. Mientras este huía angustiado, cruzó la Calle Junín, luego por
Jirón Cangallo y allí, tropezó este con una Peña o Piedra, perforandola en el
centro. En la actualidad, aun se encuentra tal cual esta Peña, y se mantiene
tal como la dejó aquel el Demonio que tropezó.
La casa Matusita
La Casa Matusita
es una vivienda de considerables dimensiones de dos pisos de altura. Pero lo
curioso, es que los sucesos paranormales, solo suceden en en el segundo
nivel. Cuenta la leyenda, que en esta casa vivía un señor perverso quien
maltrataba y abusaba de sus dos únicos sirvientes. Un día, cuando el dueño de
la casa ofrecía un almuerzo a algunos invitados, los sirvientes decidieron
cobrar venganza. Estos, colocaron una substancia en los alimentos, no
para matar a su jefe, sino para ocasionarle trastornos mentales. Luego de que
fueron servidos los platos, los sirvientes, que esperaban en la cocina para
esperar los resultados de su macabro plan, escucharon de pronto ruidos y gritos
provenientes de la sala. Creyendo que todo había resultado favorablemente, los
empleados acudieron rápidamente a la habitación. La imagen que vieron fue
aterradora: cuerpos despedazados por doquier, sangre en las paredes, en la
mesa, en el suelo. Todos los invitados, incluyendo su jefe, habían hallado en
esa cena una muerte trágica, violenta y terrorífica. Una de las primeras
víctimas de la casa fue un párroco quien haciendo caso de aquellos testimonios
decidió por ingresar a la casa para bendecirla y realizar un exorcismo. Según
cuenta la leyenda, el párroco murió debido la desesperación por querer salir de
aquella vivienda. Se dice que escuchó gritos y reclamos de los espíritus. La
víctima más conocida fue Humberto Vílchez Vera, un conductor de televisión
nacional que apostó en cadena nacional, que podía permanecer siete días en
dicha casa sin sufrir ningún trastorno o muerte. La leyenda, conocida por
todos, recuerda que el animador ingresó a la casa sólo con una cámara de vídeo
en la mano y que luego de sólo dos horas, el hombre de televisión salió de la
casa profiriendo insultos y gritos y botando, incluso, espuma por la boca.
Sucedido el hecho el animador obtuvo serias complicaciones psicológicas por lo
que fue recluido en un manicomio durante un período de trece meses, nunca más
se supo de él.
El Lagarto de Oro
Esta leyenda,
sucede en la provincia de Sullana, Perú. Se cuenta, que en la época
prehispanica, en el Valle del Chira existía la etnia tallán, la cual tenía como
una de sus divinidades, al lagarto, animal que abundaba en el río Turicarami.
Dice la historia
que en retribución a esta divinidad, los aborígenes forjaron un idolillo
elaborado de puro metal precioso. A la llegada de las huestes españolas al
valle del chira, los tallanes conocieron la codicia por los metales de oro y
plata por partes de estos personajes, y ordenaron mandar a guardar a este ídolo
para que no caiga en manos extrañas. Un grupo de valientes tallanes
ofrecieron llevar a este ídolo a un lugar seguro, donde no pueda ser encontrado
por los españoles, lo llevaron hasta el legendario cerro de los marcahuilcas,
hoy conocido como el de la Nariz del diablo, lugar que los tallanes conocían a
la perfección, pues se considera que era un cementerio de ellos. Los tallanes,
lograron guardar este ídolo en algún lugar de este cerro. Y todos se quedaron a
morir en ese cementerio, para que nadie delate el lugar exacto donde lo
escondieron. Hasta el día de hoy, nadie ha podido encontrar a este ídolo
de los antepasados, por más que se ha excavado ilegalmente varias partes de
este cerro, contando algunos que por las noches aparece un lagarto muy
brillante
La enfermera sin cabeza
Cuenta la
leyenda, que en el hospital: Dos de Mayo, había una pareja muy enamoradiza que
estaba a un mes de contraer matrimonio, la pareja estaba conformada por un
médico y una licenciada en enfermería. Una noche, cuando el médico estaba yendo
a su casa, sufre un accidente fatal, en la que pierde la vida atrapado entre
los fierros retorcidos en un choque de dos taxis. Al enterarse de la
fatal noticia, la enfermera desesperada comenzó a recordar los momentos mas
bonitos que pasó con su novio y tomó la decisión de suicidarse para estar junto
a él. Decidió lanzarse desde el segundo piso del pabellon de Tuberculosis. Al
caer, se golpeó el cuello con unas placas de metal que la decapitaron
instantáneamente. Desde aquel día, muchos médicos y pacientes del
hospital refieren escuchar sonidos extraños en el pabellón de tuberculosis. Hay
incluso pacientes que cuentan que fueron atendidos por una enfermera que estaba
cubierta con una capa roja en la cabeza, pero que nunca la vieron el rostro.
El sapo perdido (Saposoa)
Cuenta la
leyenda, que los primeros habitantes de "Saposoa", se colocaron en el
lugar de las nacientes del rio "Saposoa" y que allí vivían felices y
contentos de la caza y de la pesca; pero un día, cuando estaban celebrando sus
fiestas tradicionales entre danzas, libaciones y ofrendas a sus dioses,
apareció el temible Lope de Aguirre y sus huestes que estaban en busca del
codiciado Dorado. Estos venían sedientos de sangre y riqueza, y al grito de
"¡Santiago! ¡Viva el Rey!", atacaron a los indefensos Indios quienes
al escuchar el estampido de los fusiles y sentir sus terribles efectos, huyeron
despavoridos abandonando el lugar pensando que el "Diablo" se había
apoderado de ellos. Los Españoles como demonios saquearon y destruyeron el
poblado apoderándose de todo objeto valioso que encontraban, luego bajaron de
sus balsas hasta llegar al rio Huallaga y siguiendo por estas aguas, llegaron
al Pongo que hoy lleva su nombre. Aguirre con su arcabuz mató a un Águila que
allí habitaba y era el terror de cuanto viajero se atrevía a pasar por dicho
Pongo. Los sobrevivientes de aquella horrible matanza, como fugitivos bajaron
caminando por las orillas del rio Saposoa y se establecieron donde actualmente
se asienta la ciudad de Saposoa, junto a la Laguna llamada Cocha Grande junto a
una planicie de las Colinas del Churucho. Cuentan también los antiguos
pobladores, que algunos sobrevivientes del Sapo Perdido, quisieron regresar
para recoger sus pertenencias dejadas durante el éxodo, pero nunca pudieron
llegar, ya que la antigua ciudad de Saposoa se había convertido en una enorme
laguna cuya "madre" era un enorme Toro Bravo que al notar que alguien
se acercaba, bramaba y desencadenaba una terrible tormenta con rayos y truenos
que atemorizaban al mas valiente en esa zona del SAPO PERDIDO o también
conocida, como la antigua ciudad de Saposoa.
El tesoro de la iglesia
de Pisco
Cuenta la leyenda
que cuatro mercenarios que servían al ejército peruano: un español (Diego
Álvarez), un inglés (Lucas Barret), un norteamericano (Brown) y un irlandés
(Killorain), se enteraron que en una iglesia de la ciudad de Pisco, habían unos
sacerdotes que custodiaban un gran tesoro. Aprovechando la confusión creada por
el conflicto, y valiéndose de la amistad que hicieron con un cura llamado
'Padre Mateo' convencieron a los custodios de que pusieran a salvo las riquezas
del templo, trasladándolas al puerto del Callao o Lima, ciudades más seguras
que Pisco. Los sacerdotes llegaron a la embarcación con 14 toneladas de oro y
varios cofres de joyas. Cuando el barco estaba zarpando, los mercenarios
degollaron a toda la tripulación, incluyendo al los sacerdotes, apropiándose
del tesoro y la embarcación. Navegaron incansablemente hasta llegar a una isla
segura donde escondieron el tesoro. Álvarez, dibujó un mapa antes de partir de
la isla y luego viajaron rumbo a Australia donde derrocharon parte del tesoro.
Al gastar todo su dinero en vanidades, trataron de volver a la isla para sacar
otra parte del tesoro, pero no lo pudieron hacer debido a que no tenían
embarcación, pues lo perdieron en una apuesta. Decidieron trabajar en una mina
de oro. Allí pensaban reunir el dinero suficiente para adquirir una embarcación
y volver en busca del resto de su botín; pero el español Álvarez y el inglés
Barret fueron asesinados en un altercado con los nativos, mientras que el
norteamericano Brown y el irlandés Killorain acabaron en la cárcel a causa de
una riña en la que mataron a un hombre. Sólo Killorain sobrevivió a la cárcel.
Antes de morir le dijo a Charles Howe lo del robo de la iglesia de Pisco, donde
estaba escondido el tesoro y los detalles para poder encontrarlo. Cuando Howe
encontró el tesoro, no estaba equipado para poderlo mover y solo retiró lo que
pudo y se fue en busca de mas instrumentos de apoyo. Dejó el tesoro con la
esperanza de volver y recogerlo. Howe nunca volvió ya que extrañamente desapareció
de la faz de la tierra. George Hamilton, quien se apoderó de sus apuntes,
finalmente fue a buscar el tesoro, pero nunca lo encontró, porque no podía
entender el mapa.
Juana la condenada
Cuenta la
leyenda, que Juana era una chica muy hermosa y de cuerpo esbelto, le gustaba la
vida fácil y estar con muchos hombres al mismo tiempo, hasta que un novio,
descubrió sus infidelidades y decidió asesinarla. Desde ese momento, se cuenta
que aparece a media noche en las avenidas de la ciudad de Sullana, en búsqueda
de un muchacho apuesto que quiera estar con ella. Han habido muchos muchachos
que la han visto, pero el caso particular de Carlos es algo que amerita una
breve historia. Carlos, después de terminar su turno normal en el trabajo salió
con su motocicleta por las oscuras calles de Sullana a altas horas de la noche,
cuando conducía, pensando en dolor de estomago que le causaba el hambre que
tenía, se topó con una joven muchacha de apariencia dulce y angelical, que
estaba con mucho frío. Luego de recogerla y prestarle su chaqueta de cuero se
dispuso a dejarla en su casa. La joven le agradeció y dijo que llamara a su
puerta a la mañana siguiente para recoger su prenda, y así lo hizo pero se
quedo perplejo al ver al padre de la joven, quien le dijo que su hija Juana
había fallecido hace ya 3 años. Carlos trató de calmarse pero la ansiedad se
apodero de el, y se dispuso a pasar por el cementerio a ver si efectivamente la
historia que le contaban era real, se asusto mucho al ver su casaca sobre una
lapida en la cual estaba escrito el nombre "Juana". Carlos, muy
asustado, se fue del lugar desesperadamente, pero no podía olvidar la belleza
de Juana, así que decidió ir por esa misma avenida todas las noches, a la misma
hora que la primera vez. Se dice que todas las noches se encontraba con Juana
para charlar y vivir su locura de amor, hasta en día fue encontrado muerto al
lado de la tumba de la difunta.
La leyenda del dorado
Cuenta la
leyenda, que en la época inca, existía una ciudad que habría sido fundada por
Inkari, el mítico fundador del imperio Inca. Se cuenta que esta ciudad esta
construida completamente de oro macizo y en medio, tiene una laguna donde los
incas lo llenaron de polvo de oro y metales preciosos. Se dice que se encuentra
escondida en alguna parte de la selva tropical del sureste del Perú, norte de
Bolivia y suroeste de Brasil. Hasta hace poco era solo una leyenda que se
contaba de generación en generación, pero con el descubrimiento de un documento
guardado en la biblioteca del Vaticano, haciendo referencia de este lugar y de
la posible localización, se pone en evidencia la posibilidad que esta leyenda
sea convertida en una realidad. Muchos exploradores y buscadores de
tesoros han gastado todos los años de su vida al tratar de encontrar este
lugar, sin embargo, en la insólita meseta se han reportado numerosas
expediciones desaparecidas, perturbaciones electromagnéticas en los
instrumentos, "apariciones" de inusitadas luces, ruidos
extraordinarios que parecen surgir del suelo, y para añadirles el ingrediente
final, los relatos de los machiguengas, quienes afirman - con total naturalidad
- que al otro lado - con esto se refieren al Pongo de Mainiqui - existe una
civilización muy antigua que lo "sabe todo".
La leyenda de la mina de sal
Cuenta la leyenda
que en Rioja, en las afueras del pueblo había una mina de sal. Esta mina tenía
una madre, que tomaba la FORMA de una viejita muy canosa y haraposa. Una vez,
la viejita se presentó en la casa de una señora, que estaba preparando
tortillas de yuca, las cuales son muy populares en esa región. La viejecita,
toco la puerta desesperadamente y suplicó que la señora le invitara un pedacito
de sus tortillas, para probar la sal. La señora, muy amablemente, al ver el
estado de la viejecita, accedió sin problema. La viejecita probó el trozo
convidado, lo saboreó y luego estornudó sobre el batán donde estaba el resto de
la masa de yuca, diciendo que le faltaba más sal. Cuando sucedió esto, la dueña
de la casa se molestó mucho y la echó, insultándola por haber contaminado todas
sus tortillas. La vieja, resentida, cuando salió de la casa, dijo: “Si no me
quieren por aquí, me iré muy lejos y hasta allá irán a buscarme”. Luego, se
marchó. La dueña de la casa, muy molesta, cerró bruscamente la puerta y le
grito que nunca mas vuelva, pero no comprendió lo que la viejita quería decir,
ni quién era. Pero esa noche, entre SUEÑOS, comprendió que era en realidad la
Madre de la Sal. Pasaron los días, y cuando los pobladores necesitaban sal para
realizar sus tortillas fueron a recoger a la mina, pero no la encontraron y
regresaron a sus casas muy apenados. Cierta vez, un GRUPO de cazadores del
pueblo se internaron en la selva en busca de animales, y encontraron allí una
mina de sal, en las faldas de un cerro, en un lugar muy lejano de donde estuvo
la mina anterior. Desde ese día, el pueblo debe utilizar la sal de esa mina
lejana.
El toro de oro
Jatun Uchcu,
localizado en el distrito de Ambo es un lugar turístico muy concurrido por
extranjeros y peruanos, es un yacimiento que no ha sido explorado totalmente
debido a su profundidad (por la falta de oxígeno) y su peligrosidad que
desalienta al explorador e investigador a estudiarla. Muchos turistas que han
intentado explorar a fondo este lugar se han llevado consigo muchas
dificultades y diversas advertencias de no seguir avanzando, aseguran haber
oído sonidos extraños, similares a la de un toro. Cuenta la leyenda, que en
este lugar habita un toro completamente de oro, atado a un frondoso árbol de
naranjo, cuyos frutos son también de oro y que está rodeado de hombres
petrificados y que es vigilado por un indio de vestidura reluciente. Se
dice que el indio que aparece sobre la puerta de Jatun Uchcu, hace muchos años
atrás, había matado a su padre. En forma de castigo, lo condenaron a veinte
años de cárcel. Cuando se encontraba en prisión se le presentó el demonio y le
propuso LIBERTAD con la única condición, que al morir su alma le serviría de
esclavo. El hombre aceptó la propuesta y fue puesto en libertad cuando
extrañamente, todas las pruebas en su contra habian desaparecido. Un día,
cuando el indio estaba en su casa, se le apreció nuevamente el demonio para que
cumpla su promesa, pero, éste se hizo al desentendido y dijo no saber nada. El
diablo, muy enojado, lo cargó sobre sus hombros y lo condujo a Jatun Uchcu.
Allí le condenó para que eternamente cuidara los tesoros enterrados en las
entrañas, y lo sacrificó. A partir de esa fecha, el indio condenado saca al
campo a pastar al toro de oro en las noches de luna llena, mientras él toca su
quena. Muchos pobladores y visitantes han intentado capturar al toro y sacar
los frutos del arbol, pero nunca volvieron ya que al tocar los frutos caídos
son convertidos en piedra. Se dice que los hombres petrificados están a la
espera de alguien más fuerte que logre vencer al vigilante esclavo y a su
patrón para devolverles la vida.
La leyenda de la Runa Mula
Cuenta la
leyenda, que la Runa Mula, es un ser personificado de los malos actos que
algunos osan cometer sin reparo alguno. Esta, es en sí el alma de una mujer
pecadora, convertida en una briosa mula por acción diabólica, mientras el
cuerpo descansa durante la noche. La Runa Mula se la ve siempre en desenfrenada
carrera lanzando llamaradas por la su boca, bajo el azote de un jinete que no
es otro que el Diablo en persona. Este castigo recibe aquella Mujer que fornica
con el cura de la capilla del pueblo, el compadre o el propio hermano (actos
que de gente que comete malos actos cuando todos duermen). La Runa Mula es
vista después de la media noche, los martes y viernes, en donde el diablo se
apodera de su alma y la convierte en mula para castigarla severamente. A
la mañana siguiente, la infeliz mujer no recuerda lo sucedido, pero siente los
efectos de la paliza ya que le queda el cuerpo muy adolorido y las nalgas sin
poder explicarse el motivo de su malestar.
La leyenda del tunche
Cuenta la leyenda
que existe un demonio que vaga en lo profundo de la selva peruana. Este, es un
alma en pena que deambula libremente entre los caminos de la selva, y cobra la
vida de todo aquello que se tope en su camino. Según dicen, este demonio es en
sí el alma de un hombre atormentado y que ahora, vaga totalmente endemoniado
emitiendo un desgarrador silbido que persigue a todo el que huye de él, y a
medida que se va acercando, su silbido aumenta anunciando estar muy cerca de su
presa. Quienes aseguran haber visto al Tunche, dicen que se caracteriza por
tener un aspecto muy aterrador y fantasmal, ademas, de tener patas de cabra.
Estas patas, es lo único que no puede transformar en de su ser, ya que puede
convertirse en distintas formas. Sobre donde quedan sus victimas, no se sabe si
los abandona a su suerte y mueren de hambre, o son devorados por algún otro
animal, o si son devorados por él mismo.
La leyenda de Sara Helen
Cuenta la
leyenda, que Sara Helen nació el 23 Abril de 1862 en Inglaterra. Ella fue
acusada de ser una Vampiresa (Mujer vampiro), motivo por la cual tuvo una
tortuosa muerte por sus propios vecinos allá por el año 1913, pero, antes de
morir anunció su maldición: "Cuando pasen 80 años, me levantaré de mi
tumba para vengarme de los descendientes de mis asesinos." Los Ingleses
temerosos de esta amenazante maldición, no quisieron conservar los restos del
cuerpo de Sarah, así que prohibieron a su marido enterrarla en este país. El
Esposo de Sara Helen tras una larga búsqueda, llegó a Perú y se dirigió a
Pisco, donde por fin pudo enterrarla. En el año 1993 pasado ya los 80 años de
su muerte, la mayoría de los ciudadanos de Pisco en Perú estuvieron atentos a
dicha maldición, y vigilaron minuciosamente la tumba de Sara Helen e incluso,
pusieron puestos de vigilancia en todo el interior de la necrópolis por si
resucitaba la "Vampira", pero cuando se examinó la tumba y
observaron, vieron que estaba intacta y que dicha resurrección no se hizo.
Según se dice, los ritos chamánicos a los que se recurrieron surtieron efecto,
logrando así un escudo protector contra el despertar de la
"Vampiresa" Sara Helen. Tumba de Sara Helen - Pisco Perú
Jarjacha o el demonio del incesto
Cuenta la
Leyenda, que hace mucho, el Jarjacha (Carcaq) era monstruo con forma de una
llama de dos o hasta tres cabezas, o incluso, con forma mitad hombre y mitad
llama. Este ser aterraba a los pobladores de la serranía con un grito tenebroso
en forma de un "qar-qar-qar", de donde dicen, proviene su nombre.
Según cuentan, el Jarjacha era en realidad personas (seres humanos) condenados
por Dios a convertirse eternamente en este monstruo por haber cometido uno de
los pecados íntimos más pecaminosos para el cristianismo: El incesto. Este
monstruo, tiene el poder de hipnotizar a sus víctimas mirándolas fijamente a
los ojos, para luego asesinarlas. Para eliminar a un Jarjacha, uno debe
convocar un conjunto de personas que estén preparadas con fuertes cuerdas
hechas de lana de llama, crucifijos y cualquier OBJETO de metal que pueda ser
usados como armas, como los picos, barretas o hachas (estas que dicen ser más
más efectivas).
La sirena de la laguna Huacachina
Hay una laguna en el país de Perú, que se encuentra en medio de las dunas del desierto, a 5km al oeste de la ciudad de Ica, que tiene como nombre la Laguna de la Huacachina, una mágica laguna que años atrás presentaba dentro sus atractivos: las propiedades medicinales, el misterioso drenaje subterraneo y la leyenda acerca de su origen: Se cuenta que en la epoca de los Incas, existía una hermosa mujer que era conocida como Huacca-China. Esta mujer, encantaba por su increible belleza y el verde de sus pupilas, su rubia cabellera y su extraordinaria voz, se dice que un día, ella estaba apunto de casarse con su amado, pero la desgracia vino en dicho momento, pues él nunca llegó al acontecimiento debido a que fue capturado y fue ahogado por los españoles, desde ese momento su corazón quedo destrozado y lleno de ira. Todas las madrugadas salía de su hogar y hacía un hueco en un paraje desolado donde gritaba con todas sus fuerzas el nombre de su amado, hasta que un día, al realizar un hoyo logro obtener agua que emanaba del subsuelo, introdujo sus labios en dicho liquido y gritaba el nombre de su amado, cada día que pasaba el hoyo se hacia mas y mas grande, hasta que logró meter todo su cuerpo y desapareció, años después, en ese lugar se formó una inmensa laguna a quien se le llamo Laguna de la Huacachina, en donde los pobladores han sido testigos de multiples despariciones, de sólo el sexo masculino, los hombres que lograron salir de las aguas profundas del lago manifiestan que han logrado ver una hermosa mujer con medio cuerpo de pez, que los atrae con su mágico canto. Cuenta la leyenda, que la sirena necesita de un alma masculina al año para poder mantenerse viva en busca de su amado. Se atrevería a ayudarla?
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